En un mundo en el que mantener el tipo, cuidar de la propia imagen y saber venderla, enfrentarse a grandes retos, competir, etc, etc, es la única manera de ir por la vida con dignidad, el clown hace de su dignidad una boñiga y lanza su propio reto: sobrevivir entre tanta inteligencia, sabiduría, guapura, eficacia y virtud, recurriendo a todos sus defectos sus taras y sus incapacidades.

El sólo sabe equivocarse, pero esto lo hace mejor que nadie.

A los "inteligentes" nos queda poder reírnos de él o, QUIZAS, admitir sin traumas, que todos tenemos algo de
clowns, y reimos de nosotros mismos.

Espectáculo con un único actor acompañado por un músico multi-instrumentista. A diferencia de la mayoría de los espectáculo de clown en lo que todo se concreta en una sucesión de gagos sin otra solución de continuidad que el próximo gag, este trabajo mantenía una historia tierna y poética pero terriblemente divertida.